domingo, 20 de abril de 2008

Angustia

Hoy tengo ganas de dejar el lenguaje entre las cobijas y dedicar el día a balar como un cordero perdido.


¿Será que alguien me entiende?


Es que he tratado de hacer como una fruta que arrancan a la fuerza del árbol, pero nadie se da cuenta.


Creo que es más fácil para ellos entender mis berridos que mis silencios.

¿Será que si me entienden?



1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Genial!