sábado, 19 de julio de 2008

Juego con el diccionario #1

Es entretenido pasear por el diccionario y recoger palabras que no conocés, que nunca habías escuchado, leído, usado. Pues bien, en uno de esos toures enciclopédicos, copié diez palabras nuevas para mi vocabulario y empecé a jugar con ellas para ver qué salía. Aquí están las palabras con el significado que les dal el "Pequeño Larousse Ilustrado, 1994":

Vincapervinca: Género de apocináceas, de flores azules.

Vinolencia: Exceso en el beber vino.

Zancarrón: Huesos de la pierna. II. Hombre muy viejo y flaco.

Trangallo: Palo que, durante la cría de la caza, se cuelga del collar a algunos perros para que no puedan bajar la cabeza.

Latente: Escondido. II. Qué no se manifiesta exteriormente.

Merdellón: Dícese de la persona que adopta modos, costumbres o indumentarias propios de una clase social superior, con el vano propósito de parecerse a ella.

Acecinar: Salar las carnes y secarlas al humo y al aire.

Adondequiera: A cualquier parte.

Sprintar: Aumentar la velocidad, al llegar cerca de la meta.

Miniar: Pintar miniaturas.


Bueno, ahora les comparto una muestra de los ejercicios que hice con esas palabras. Es cierto que algunos no tienen mucho sentido, pero los hay que sí. En fin, aquí están:

1. El zancarrón sprinta adondequiera cuando un merdellón, de vinolencia latente, minia su trangallo para acecinar la vincapervinca.

2. Una vincapervinca vinolenta sprinta al acecinar el zancarrón. Desde entonces, el merdellón trangalla adondequiera para miniar la latente.

3. Crimen: La vinolencia del trangallo acecina al merdellón. Motivo: Había miniado una vincapervinca para latentarla del zancarrón que la sprintaba adondequiera.

4. El zancarrón, latente entre las vincapervincas, acecina su vinolencia. Mientras tanto, los merdellones sprintan adondequiera con sus trangallos para miniarlo.

5. -"Me acecinó un zancarrón mientras lo miniaba", se lamenta el merdellón ante los Trangallos.

-"Su vinolencia siempre latenta las vincapervincas -le contestan despectivos-, spríntese adondequiera, menos aquí"

6. "Adondequiera vincapervinca el trangallo del merdellón. Si no quiere que lo acecinemos, mínielo y sprinte aquí.", le ordenan, latentes en la penumbra, al zancarrón vinolento.

7. "... adondequiera, pero trangálleme rápido con el zancarrón latente de la vincapervinca y acecíneme con vinolencia", le piden al merdellón. "Bueno, pero minie su sprint porque no lo alcanzo", contesta él agitado.

8. "¿Por qué miniar mi vinolencia -pregunta el merdellón-, si así puedo latentarme el trangallo?". "Porque así sprintes adondequiera -le
responde la vincapervinca- seguirás siendo un zancarrón acecino"

Como los anteriores, puede haber muchos más ejercicios que continúen la lista. Sería genial que vos, lector de este blog, busqués otras posibilidades para la cohesión de esas diez palabras; y, si querés, las publicás en forma de comentario. Hay que explotar el lenguaje, y esta es una manera divertida de hacerlo. Miren cómo lo hace Bob Dylan:

2 comentarios:

Ignacio Rico dijo...

bien... como alguna vez seha dicho esta es la casa del ser... las cosas son lo que son en y por el lenguaje donde habita su ser... el lenguaje, las palabras hacen posible nuestra representación del mundo... entonces eso justifica que algunos se aventuren a decir que no es un algo acabado.. que nuevas palabras, sentidos y significados puedan existir...

Anónimo dijo...

The limits of language are the limits of one's world.