lunes, 14 de julio de 2008

Convers(ac)ión en desplazamiento

El silencio los va guiando como un lazarillo aburrido. Silencio cada vez que levantan la cabeza. Silencio cada vez que vencen una curva. Silencio cuando miran atrás. Sólo silba la inercia de las piernas, el pie impulsándose en el barro, el miedo en el silencio. Para desplazarse por esos caminos no se debe hacer mucho ruido: las palabras pueden enredar los pies.

Pero una niña sopla el mutismo de la boca para dirigirse a su padre. Pregunta por su perro.

-¿Papá, dónde está Paco?
-Se espantó por los disparos.
-¿Y por qué no lo esperamos en la casa?
-Porque es mejor salirlo a buscar.
-¿Y por qué viene todo el pueblo con nosotros?
-A ellos también les espantaron los perros.
-Pero Bernarda no tiene perro y véala allá adelante.
-Seguro no se quiso quedar sola
-Mmm. Papá, ¿y por qué hay gente llorando?
-Porque no encuentran sus perros.
-Mejor los esperábamos en las casas.
-Ya, mijita, por favor. Venga la cargo y se durme, yo le aviso cuando lo encontremos.
-Ya se me quitó el sueño. Pa... ¿mi mamá para qué trae el morral?
-No sabemos cuánto nos demoremos buscando a Paco.
-Ahhh. Papi, tengo ganas de orinar.

La acompaña su madre hasta un costado del camino, se agacha detrás de un árbol y orina. Mientras su propia niebla se eleva y la envuelve, decide preguntarle a su mamá.

-Mami, no le diga a mi papá, pero yo a él no le creo. Dígame usted, ¿dónde está Paco?

La mujer, sorprendida y encartada con la pregunta, trata de responder algo pero los sollozos son más rápidos que las palabras y empieza a llorar. Entonces voltea la cara, toma a la niña de la mano y regresa apresurada al lado de su marido. La niña entiende que estaba en silencio para no llorar.

Reanudan la marcha. La pequeña no vuelve a preguntar nada: ya no considera necesario preguntar. Lo ocurrido le insinúa la verdad de lo que está pasando, aunque ella sabe que si habla se la van a espantar.

Silencio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bueno tu escrito. No sabia que tuvieras vena literaria. Sigue adelante. Yo te seguire leyendo. Leonardo M.