martes, 26 de agosto de 2008

Preocupación ecológica futurista catastrófica

El silencio es como la página en blanco de la voz. Un espacio disponible para llenar con cualquier palabra, sonido, escándalo.
Pero hay una diferencia decisiva entre el silencio y el papel: el primero no puede reciclarse cuando ya está usado o cuando se ocupó con un error. El silencio mal usado no es reutilizable.
Teniendo en cuenta lo anterior, y si todo continúa como ahora, es probable que un día se nos acabe el silencio, y entonces nadie tendrá dónde extender su voz. Nadie tendrá espacios para hablar.
Hay que prevenirse desde ahora: cultivar más árboles, más meditación, más pensamiento. Hay que aprovechar que todavía queda papel, que todavía resta un poco de silencio.

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